Theresa Van Vliet
Investigadora Diligente

Camilla Broe se convirtió en la primera ciudadana danesa en ser extraditada a los Estados Unidos cuando fue entregada a las autoridades estadounidenses en Miami en 2009 por cargos de tráfico de drogas que datan del año 2003. A principios de la década del 2000, Broe intentó cooperar con el gobierno de los Estados Unidos por medio de su anterior abogado. Al no recibir respuesta con relación a esos intentos, Broe volvió a su país, donde se encontraba su familia. Años después, supo que había una acusación en su contra y fue extraditada para hacerle frente a los cargos pendientes. Cuando llegó a Miami en 2009, contrató a Theresa Van Vliet para que la representara. Van Vliet sostuvo que se habían violado los derechos de Broe y, al final, el tribunal federal en Miami dictaminó que se desestimaran todos los cargos en su contra. Incluso, recientemente recibió indemnización por parte del gobierno danés por el tiempo que pasó en las cárceles danesas esperando su extradición.  

“Cuando investigamos los hechos del caso, las fechas en que ocurrieron las presuntas actividades y la fecha de su acusación parecían estar incorrectas”, dijo Van Vliet, socia de la oficina de Genovese Joblove & Battista en Fort Lauderdale. “Encontramos una cantidad de esos papelitos rosados para mensajes, y creamos una cronología que convenció al juez de que se habían violado sus derechos constitucionales y legales a tener un juicio sumario”.

Ya sea defendiendo a sus clientes en los llamados casos de fraude de “cuello blanco” o brindándoles asesoría a las personas cuando su caso todavía está en la etapa de investigación, Van Vliet trae más de 30 años de experiencia a todos los asuntos – incluyendo una larga temporada como fiscal federal. “Como abogada defensora, debes depender de tu capacidad de investigar el caso de antemano, porque las leyes relacionadas con el descubrimiento de pruebas son más limitadas que en los tribunales estatales”. Van Vliet añade que disfruta el reto de conocer los hechos, averiguar lo que realmente sucedió y crearle un caso sólido a su cliente. “Soy muy exigente al escoger mis casos”, añade. “Me encargo de asuntos que tengan una buena posibilidad de terminar con éxito”.

Como abogada de defensa penal, los campos de especialización de Van Vliet incluyen violaciones del Foreign Corrupt Practices Act (Ley de Prácticas Corruptas en el Extranjero), violaciones de cumplimiento, fraude al cuidado médico, fraude internacional, investigaciones de lavado de dinero, fraude hipotecario, litigio de “cuello blanco” y sanciones por parte de la Oficina de Control de Activos en el Extranjero del Departamento del Tesoro de los Estados Unidos.

“Concentro mi trabajo en los tribunales federales, y tengo la suerte de poderme enfrentar a oponentes que tienen conocimiento y son muy buenos abogados”, dice. “No se puede representar bien al cliente en el tribunal si uno no se ha preparado. También se debe tener la habilidad de tomar decisiones sobre la marcha, por eso se deben conocer todos los pormenores del caso”.


Dejando su huella

Van Vliet nació en Massachusetts y se mudó al sur de la Florida con su familia en la década de los setenta. “Estudié la secundaria aquí, y mi madre Elizabeth aún vive en la casa en la que nos criamos mis tres hermanos y yo”, dice. Luego de recibir una licenciatura con concentración en el idioma inglés en Trinity College de Washington, DC, Van Vliet regresó al sur de la Florida, y en 1982 recibió su título de abogada, magna cum laude de la Facultad de Derecho de la Universidad Nova Southeastern. “Mi padre Charles nos exhortó a los cuatro a seguir estudiando para lograr un posgrado”, recuerda. “Había llenado las solicitudes para estudiar en las facultades de derecho de Georgetown y Nova, y regresé luego de perder el empleo que tenía después de graduarme del college, durante la recesión de la década de los ochenta. Resultó ser una gran decisión”.

Al principio, Van Vliet pensó impartir clases en lugar de ejercer derecho. Pero después de trabajar como oficinista con el juez federal James C. Paine, se dio cuenta que disfrutaba el trabajo de litigante. Él la animó a solicitar empleo con la Oficina del Fiscal de los Estados Unidos en Miami. Con su esmero y conocimiento legal, enseguida dejó su huella como fiscal en el Departamento de Justicia de los Estados Unidos. Como jefa de narcóticos del departamento durante la administración Clinton y principal abogada litigante en el sur de la Florida, trabajó exitosamente más de 40 juicios federales con jurados, incluyendo un juicio de 14 meses de duración bajo la ley contra la extorsión criminal y organizaciones corruptas (Racketeering Influenced Corrupt Organization, RICO) que resultó en condenas para todos los acusados. También supervisó la política de drogas y lavado de dinero, e investigaciones y acusaciones nacionales e internacionales, y se encargó de información de seguridad nacional clasificada. 

La fiscal general Janet Reno reconoció el magnífico trabajo de Van Vliet y al finalizar el milenio la seleccionó para ayudarla en un proyecto especial relacionado con un complot terrorista contra el aeropuerto de Los Ángeles. Además, dirigió la acusación e investigación internacional de la más alta cúpula de traficantes de drogas de Colombia e individuos involucrados con el lavado de dinero, y recibió por su trabajo la Medalla de Servicio Distinguido por parte del gobierno de Colombia. También recibió el Premio de la Fiscal General por Servicio Distinguido y el premio del Administrador de Cumplimiento de Leyes sobre las Drogas por Servicio Excepcional. 

Pero Van Vliet aún disfruta impartir clases. Con frecuencia, ha dado conferencias sobre asuntos de cumplimiento en contra del lavado de dinero y ha publicado un análisis de la Ley Patriota (USA Patriot Act) de 2001, y sus estipulaciones en contra del lavado de dinero. También ha publicado revisiones a Moore’s Federal Practice con relación a cuestiones que tienen que ver con documentos de casos penales y confiscaciones de bienes.

Su campo de especialización

Van Vliet dice que su actual especialidad en derecho penal cuenta con una gran variedad de casos. Trabaja conjuntamente con los abogados de bancarrota de su bufete para investigar posibles delitos, tales como el esquema Ponzi o el fraude bancario. “Trabajamos para poner en orden los bienes y las fuentes de recuperación para los acreedores y las víctimas. Como en cualquier caso, investigo los hechos y trato de trabajar conjuntamente con las autoridades del orden público”, dice. “Muchas veces, eso puede llevar a una recuperación más rápida”.

Debido a que las víctimas en los procesos de fraude penal y bancarrota con frecuencia son las mismas, Van Vliet dice que muchas veces un fideicomisario es quien está en la mejor situación para poder monetizar los bienes y garantizar los fondos para la distribución final a los acreedores y las víctimas rápidamente. “Cuando ese proceso sale bien, puede significar menos esfuerzo por mantener todo lo relacionado con la presentación de bancarrota, y resultar siendo más dinero para las víctimas y los acreedores”, dice. 

Van Vliet también se vale de su experiencia como abogada litigante y fiscal federal para asesorar a sus clientes sobre cuál es la mejor estrategia al momento de enfrentar cargos penales. “Muchas veces, las personas quieren resolver las cosas con el gobierno antes de que los cargos lleguen a presentarse”, dice. “A no ser que el caso que el gobierno presente esté lleno de faltas, muchas veces les digo que lo mejor que pueden hacer para dejar el pasado atrás y seguir adelante con sus vidas es cooperar”. 

Para esos asuntos, Van Vliet empieza a dialogar con los fiscales federales esperando lograr un resultado que sea beneficioso para ambas partes. “Un cliente puede cambiar su vida por completo, mientras le brinda al gobierno buenas pistas o información que nos aseguramos de verificar”, dice. “Al terminar el día, puedo acostarme a dormir sabiendo que hice mi trabajo y cumplí con mi propio código de ética”.

En el lado personal, Van Vliet se casó recientemente con Dave Wolfe, un empleado de USAir, cuya familia vive en Hawái. “Disfrutamos ir a Hawái a ver a mi familia política, así como también del ciclismo por S.R. A1A”, dice. La pareja, que no tiene hijos, es dueña de Molly, un golden retriever, cuyo padre ganó el premio como “mejor en su raza” en el Westminster Dog Show de 2013. 

Al reflexionar sobre su carrera, Van Vliet dice, “Me encanta ayudar a las personas que se encuentran en situaciones difíciles y ayudarles a salir del problema para que puedan seguir sus vidas”, dice. “Quiero continuar trabajando en mi especialidad y seguir adelante en la vida”.